De momias milenarias, guías impostores y chuches egipcias

Nos levantamos pronto para visitar los monumentos del Cairo que nos quedaban; el museo de las civilizaciones, la ciudadela y la mezquita de Mohamed Ali, el barrio copto con la iglesia colgante y la cueva donde se escondió la familia santa.

El tour fue súper interesante pero el guía que teníamos era un impostor; el man contaba todo a medias y desde el principio decía algunas cosas que nos chirriaban a todos y al José al que más, y cuando se las cuestionaba el man o daba largas o se hacía el loco. Total, que terminamos el tour con todos bastante tensos.

Luego fuimos a comer a un italiano regentado por egipcios en el que nos intentamos hacer pasar por italianos pero el dueño había vivido varios años en Roma, salió a saludarnos y nos pilló rápidamente. A destacar, un niño de 12/13 años que estaba trabajando en la cocina se desmayó y lo sacaron a una silla del comedor a que se recupera.

Dedicamos el resto del día a dar vueltas por el Cairo y regatear una maleta para llevar todo lo que habíamos comprado, y por la noche volvimos a salir para callejear, compramos unas chuches locales y volvimos al hotel para degustarlas.

Y algunas fotos.

El palacio del príncipe Mohamed Ali

Con el guía farsante

La iglesia colgante

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