De runners calurosos y acordes olvidados
A las 5 quedé con Alberto para salir a correr.
Y prácticamente replicamos los tiempos de la semana pasada.
Por la noche tenía ensayo con los mayos así que estuve tocando un rato por la tarde para calentar los dedos.
A las 9 quedé con Joaquín en San Bartolomé y subimos. Pasamos unos minutos presentándonos y viendo que efectivamente podía cambiar entre acordes con relativa soltura y a los 10 minutos ya estábamos tocando.
Aún así, el rasgueo que hacen con la mano no me lo sabía y tenía que estar bastante concentrado para no hacerlo mal.
Hora y media después terminamos y al volver a casa empecé a leer La mala costumbre.
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