De tickets erróneos, guías turísticos y barrios bohemios

María se fue por la mañana a hacer un free tour y el Jose y yo nos quedamos trabajando.

Sobre las 2 hicimos un revuelto con movidas y calentamos algunas cosas para comer.

Y a las 5 fuimos al Coliseo.

Habíamos quedado con María el arco de Constantino.

Aunque nuestro plan era pasar al Coliseo las entradas que compramos no eran válidas así que en su lugar Jose nos guió por las calles de Roma mientras nos aprendía toda clase de secretos.

Damnatio memoriae

No vimos claro lo de meter la mano

Luego fuimos al Trastévere (tras el Tíber).


El palacio de San Calixto y la basílica de Santa María

La basílica por dentro

El calor que estábamos pasando iba a ser estudiado en los libros de historia, así que nos pillamos unas cerves y fuimos a beberla a la fuentecilla de la plaza mientras veíamos a varios manes intentar ganarse la vida haciendo pompas de jabón y lanzando muñequitos al aire.

Y antes de volver al piso fuimos a cenar a un restaurante del barrio.


Sobró bastante comida y como el italiano que le copio al Jose no era suficiente me intenté aprender una frase para pedirles que nos lo pusieran para llevar, aunque no salió muy bien y tuve que dejarle el móvil para que lo leyese sin mi acentazo de perro español.

Volvimos al piso en bus.

Echamos un Unite mientras María se acostaba, nos duchamos luego y nos fuimos a dormir del tirón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina