De monumentos croatas, karlovackos fresquitas y pizzas italianas

Fui a Madrid en el tren de las 8 y pico y al llegar a Atocha Pedro me estaba esperando para ir a Barajas en el famoso bus de 5€.

Instintivamente supusimos que los Moreno estarían en el piso de arriba.

Y no nos equivocamos.

El vuelo salía a la 1 y media así que pasamos la mañana haciendo tiempo.

Y pasamos el par de horas de vuelo cada uno con nuestras movidas.

Y finalmente llegamos a Split.

Y pedimos un Uber para ir al piso que teníamos en el centro.

Me senté delante y fui flipando con las espectaculares vistas del countryside croata, y cometí el trágico error de elogiarlas en voz alta. "You guys have such a beautiful country", dije con la voz más simpática que tenía, a lo que la conductora me respondió con el silencio más absoluto.

El resto del camino al piso se me hizo eterno, y quise pensar que no hablaba inglés aunque luego descubrimos que los croatas son muy angloparlantes.

Nos dejó en el número 10 de la calle Petra Svačića.


Subimos a ver el piso.


Y en cuanto dejamos las cosas fuimos directos a dar una vuelta.







También vimos una gaviota devorando una paloma

Y después de pasar la tarde viendo monumentos nos sentamos a tomar una merecida karlovacko en el paseo marítimo.

Luego dimos una vuelta para ver dónde cenar,

Y acabamos en la pizzería Sette Sorelle degustando una de las mejores pizzas jamás probadas por el hombre.

Y ligeramente más piruleta de lo que habríamos adivinado volvimos al piso.

En esta cuesta a alguien se le ocurrió decir a cuento de nada "a que no hay huevos a subirla corr..." y antes de terminar la frase los 3 salimos despedidos hacia arriba (Diego fue el más listo).

Y sin querer llegamos a un mirador desde el que se veía toda la ciudad.

Volvimos a bajar por otras escaleras.

Y vimos otra vez algunos de los monumentos, porque según Félix por la noche las ciudades se transforman (que fue una de las frases recurrentes del viaje).

Había hecho bastante calor y nos quisimos duchar antes de acostarnos, y mientras nos íbamos turnando dejamos de fondo un podcast de Miguel de Lys hablando de la historia del Nü Metal.

Y a las 11 y media nos fuimos a dormir bastante cansados.

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