De castillos inexpugnables, pueblos copiados y guías neoyorquinos
Nos levantamos sin prisa y pedimos el desayuno, que nos trajeron a al habitación.
Y mientras terminaba de recoger las cosas María no podía parar de jugar al PoP.
Hicimos el checkout y fuimos a ver la ermita, cubierta por dentro de placas de mármol en agradecimiento a la Virgen de la Salud.
Y pusimos camino a Atienza, aunque de camino paramos en la salinas de Imón.
Y seguimos nuestro camino a Atienza, y cuando llegamos subimos a ver el castillo.
Y bajamos para ver el centro.
Pedimos un par de montados en el único bar que parecía no ir a dárnoslo con un poco de leishmaniasis, nos los comimos en el coche y volvimos al Casar.
Y al llegar compramos la guía de NY de Molaviajar y estuvimos mirando cosas para el viaje de agosto.
Cenamos sucintamente, un ratito de Prince of Persia y a dormir pronto para madrugar mañana.
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