De vuelos escoceses y carriles cambiados

Los dos nos levantamos prontito para trabajar.

Teletrabajé hasta que María salió de clase a las 2 y media salimos corriendo hacia Atocha, dejamos el coche en el parking de la T1 y compramos algo para comer mientras íbamos a la puerta de salida.

En la cola de embarque nos fijamos en un chavalillo de ascendencia asiática con pinta muy pijita, y supusimos que no lo volveríamos a ver (no podíamos estar más equivocados)

Nuestro vuelo, el U2 3210, salió puntual a las 17:00.

Y por lo que sea el viaje se me hizo corto.

Llegamos a Edimburgo a las 8 y cogimos un bus por unos poundcillos para ir a Glasgow.

Era muy raro ir por el carril de la izquierda sabiendo que no era sentido inverso.

Tras bajar en la estación de Glasgow nos cruzamos de repente con el mismo chavalito asíatico que habíamos visto en España, y nos sorprendió mucho haber compartido vuelo y bus.

Y dimos una vuelta de 20 minutillos andando hasta llegar al hotel.

La George Square 

Nos alojamos en el Leonardo Hotel de Jamaica Street y la habitación nos encantó.


Fuimos a cenar a un Wetherspoon, cadena de restaurantes altamente frecuentada por María cuando estuvo de erasmus aquí. Concretamente al Crystal Palace, que estaba al lado del hotel.

Pedimos por una app (como en el Castillo)

Y después dimos una vueltecilla por la zona antes de volver al hotel cerca de las 11.

No era especialmente tarde pero entre que estábamos bastante cansados del viaje y que mañana queríamos madrugar nos acostamos poco después.

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