De pair programmers y chefs competitivos

 A las 5 quedé con Carlos para seguir aprendiéndole programación mientras terminaba de trabajar.

Paso más tiempo en su casa que en la mía

A las 8 y media nos despedimos y volví a casa a preparar la cena, y como quedaban dos masas de empanadas hice una competición con Madre para ver quién la hacía más rica.

Evidentemente nunca tuvo chance de ganar

Y antes de dormir seguí un rato con el Tunic, aunque para sorpresa de nadie se me lió hasta tarde.


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