Diario lacónico

Por la mañana estuve de quereseres, por la tarde intentando hackear el archivo de guardado del Blacklist para poder acceder a los trajes de premio por jugar online (que ya no se puede por no haber servidores) y a las 8 fuimos al cumple de Carlos, Diego y Pedro. Fui con María al campo de Carlos, pero tras llegar y ver que no había coches aparcados empecé a sospechas. Una llamada a Diego me bastó para confirmar que era en su casa, así que dimos media vuelta y fuimos para allá. El skyline almagreño Estuvimos en la terraza charlando y cenando que se acabaron las chuletas. Y bajamos al salón para degustar la tarde y hacer entrega de los regalos de cumpleaños. Luego estuvimos jugando al juego que se inventó Diego de hacer carreras con vasos y cuerdas. Y finalmente volvimos al salón para jugar unos hombres lobo hasta las 3, hora perfecta para irnos a dormir.

Por la tarde me acordé del Splinter Cell Blacklist para PS3, me lo compré para PC y estuve jugando a las oleadas un rato. Por desgracia el online de PC está caído, así que intenté conectarme en la PS3 y para mi sorpresa encontraba partida, aunque estaban llenas de hackers. Mi antigua cuenta con nivel máximo (el multijugador era super divertido) Por la noche quedamos en la plaza para tomar unas cerves y luego fuimos a la Comedia a fallar a los dardos. Jugamos 7 personas y terminamos llegando al límite de 20 rondas, lo que hacen 140 rondas, y a 3 disparos cada una lanzamos 420 dardos, cada uno más alejado del centro que el anterior. Y a la 1 y algo a dormir.

Cuando terminé de currar eché unos Unites con mi hermano. El meta actual está totalmente dominado por Mewtwo Y.  No nos lo cogemos ninguno de los dos porque nos parece inmoral, pero tras perder dos partidas seguidas porque nuestro equipo no tenía y el otro sí decidimos que la moralidad había llegado a su fin. A las 8 fui a boxeo. Y al volver a casa estuve cambiando la pasta térmica de la torre. Desde que la compré no la había cambiado, y tras estar 3 años con la misma estaba totalmente seca. Luego probé el Gunbrella, lo borré a los 5 minutos y me fui a dormir.

 Tras un día de telecurro me pillé el nuevo Pokemon del Unite y lo estuve probando. A las 6 fui a casa de Carlos a seguir aprendiéndole a programar, esta vez algo de OOP . Nos despedimos a las 9, eché un par de Unites con mi hermano y salí a hacerme una vuelta a la vía verde corriendo a full antes de acostarme.

A las 7 y poco estaba saliendo del piso del Fer y una hora más tarde llegando a Mirasierra. El Jorge llegaba en 5 minutillos así que le esperé en el andén de cercanías y fuimos juntos a pasar el día a Meteo. 👀 Ya las 4 y cuarto empezamos el camino de vuelta. El tren a Ciudad Real se retrasó media hora así que aproveché y me vi un par de capitulillos más de One Piece, aunque esperé respetuosamente a estar con María para ver juntos el último. Llegué a las 7 y mucho y a las 9 estaba en el Borán. En clase de boxeo hubo mucho más cardio que otros días y acabamos todos destrozados. Y poco más. Una ducha de locos al llegar a casa, una partidilla al Vampire Survivors en mi empresa por sacarme todos los logros y a dormir a las 12.

Me puse la alarma (bajito para despertar al menor número de personas posibles) a las 6:45 y 10 minutos después estaba en la parada de autobús enfrente de la casa de María esperando al vehículo que me llevaría a la capital. Una hora y algo después estaba bajándome en plaza de Castilla y 20 minutillos después llegué a Meteo. El Edu tenía lío por la tarde así que me quedé en la ofi hasta las 8 y llegué a su piso a las 9. Estuvimos charlando en el salón sobre el futuro cercano y a las 11 y poco nos estábamos acostando los dos.

Tras levantarnos sin prisa, desayunamos tarde e hicimos un unbolsin de las viandas asiáticas que compramos ayer. Cerca de las 4 hicimos unas fajitas para comer. Y tras ver un par de capis de One Piece salimos a dar una vuelta. Llegamos al chalet a las 8, justo para empezar la masterclass de TRT de nuestro vigoréxico con estudios, y cuando nos consideramos suficientemente formados nos hicimos unos ramen para cenar. Y nos vimos el 1x05 de One Piece antes de acostarnos prontito.

Nos despertamos a las a9 y algo y salimos del Casar sobre las 11. Tras casi 1 hora de viaje aparcamos en el parking de Ciudad Universitaria (en el que no te cobran si tienes la tarjeta jóven de transporte) y María me hizo un tour por su antiguo campus. La facultad de ciencias Después de dar una vuelta por las universidades fuimos en metro al Yakitoro. Traíamos la carta estudiada así que no tardamos mucho en pedir. Pedimos las cervezas winter y summer Empezamos con la saams de pez limón con kimchi dulce. Luego la parpatana de atún con salsa de miso y yuzu y las berenjenas en tempura con salsa satay. Los chupachups de pollo con salsa búfalo y los yakitoris de wagyu con chimichurri. Los yakitori de pollo con salsa agridulce. Y de postre una tarta de queso con matcha. Luego dimos una vuelta por el centro y acabamos en el ayuntamiento viendo la exposición  African Studies . Y a las 5

Con el tren de las 7.20 Jorge no puede hacer todas las horas presenciales que debe así que me tocó ir solo a Madrid. Hacía bastante más frío del que creo que correspondería a un 22 de septiembre Después de pasar el día currando, a las 4 y poco vino María a por mi en coche media horilla después estábamos entrando al Casar. Me dio un rápido tour por el palacio en el que está viviendo y comimos frente a la piscina. Cuando terminamos de comer cometimos el previsible error de tumbarnos en la cama, y entre que yo me había metido el madrugón esta mañana y que María es medio narcolépsica, antes de darnos cuenta nos habíamos quedado dormidos. Por suerte nos despertamos a la hora o así y fuimos a conocer el El Casar. El pueblo tiene vibes americanas; está pensado para coches. Todo son avenidas anchas, con cuestas y mucho sitio para aparcar.  Tras conducir 5 minutillos, dejamos el coche por el centro y fuimos a dar una vuelta. En el afamado ayuntamiento de El Casar

Tras un día intenso de telecurro y unas partidas perdidas al Unite con mi hermano fui a boxeo. Me puse con el Raúl Cañizares y estuvimos practicando unas combinaciones de ganchos y crochets bastante chula. Antes de acostarme preparé algo de ropa para estos días en Guadalajara y a dormir prontito (que con el horario de sueño que tengo no fue antes de la 1) para madrugar mañana, aunque menos que otros días porque el tren de las 6.40 estaba lleno.

Por la tarde/noche salí a hacerme un par de vueltas a la vía verde y al terminar me encontré con los libreros, que estaban empezando, y me uní a ellos en una tercera. También estuve probando a hacer unas pull-ups, pero he perdido mi fuerza manchega. Y en casa entre que me duché, cené y estuve terminando algunas entradas atrasadas me dieron las 12 y tras un VS rápido, a dormir.

 Esta vez sí, a las 5 y poco fui a casa de Carlos para ver cómo mejorábamos su  calculadora  en Angular. A las 9 nos despedimos y fui una hora a boxeo. Estuve con David de Gracia, un chaval de 2 metros y 100 kg que por suerte para mi no tiene una psicomotricidad muy fina, y luego nos quedamos 15 minutillos charlando con Ángel sobre su rotura de brazo. Y al volver a casa un ratillo de vampiros y a dormir más o menos pronto.

Aunque iba a quedar con Carlos para programar se nos torció el plan y me quedé en casa probando los DLCs del Vampire Survivors.

Tras una mañana de vampiros, por la tarde estuvimos viendo cómo cambiar el fregadero de la cocina. Resultó haber complicaciones fontanerísticas más allá de nuestras diletantes habilidades, y finalmente decidimos llamar a un experto.  Luego salí a dar una vuelta para llamar a María y contarnos ella su semana en Guadalajara y yo la mía en Málaga. Me fui por el camino que solía hacer con Rayo y me acordé de esta foto con justamente 10 años de antigüedad. Las cámaras de los móviles han mejorado bastante en este tiempo Y al llegar a casa cené, terminé las entradas de estos días y a las 12 y algo a dormir.

Tras una mañana de chill, por la tarde quedamos en casa de Carlos para cambiar el disco duro de Elena y dar una limpieza a varios portátiles. Elena limpiando la pasta térmica bajo mi atenta mirada Y luego instalamos Windows y Office de manera totalmente legal. En el proceso de apertura puede ser que dejáramos tocado el soporte del altavoz izquierdo del portátil, y tras abrirlo y cerrarlo un par de veces llegamos a la conclusión de que era el precio que íbamos a tener que pagar. Luego vinieron David, Rocío, Félix y Sandra y fuimos al piso del Diego a jugar unos lobos hasta la 1 y a dormir.

Nos levantamos pronto para no salir muy tarde de Málaga y volvimos a empezar la mañana con un bol hipercalórico de avena con cosas. Aunque yo pasé la mañana trabajando, Diego estuvo llevando las cosas al trastero para dejar el piso y le estuve echando una mano para bajarlas hasta el coche. Al final se nos hizo tarde y acabamos saliendo del piso a las 5, y entre que dimos otros viaje al trastero y que que fuimos a ver su nuevo piso en construcción dejamos Málaga a y media. 3 horas y pico del tirón eran mucho, y paramos media horilla en un hotel random de carretera a comer algo. Llegamos a Valdepeñas a las 9 y quedamos con Jose y un amigo del Diego en el Comendador para cenar. Hacía casi 2 años que no veía al Jose y poniéndonos al día, pero aunque nos quedaron muchas cosas por hablar aún teníamos un rato hasta llegar a casa.  Un poco antes de la 1 nos despedimos con fuertes abrazos y volvimos al coche. Diego me dejo en Almagro

Después de desayunar saludablemente fuimos dando un paseo al co-working del Diego. En principio no se pueden invitar amigos así que fingí estar interesado en hacer un día de prueba para unirme. Tras una mañana productiva nos dieron las 2 y volvimos en scooter a casa. Para comer hice pasta con una salsita de tomate, leche de coco, champis y soja texturizada. Por la tarde llevamos el coche de Diego a un lavador al lado del gym y fuimos a hacer piernas mientras se lo dejaban prístino. Tras levantar más peso del que creía posible fuimos directamente a Pedregalejo a ver la puesta de sol, aunque las nubes tenían otros planes. Nos sentamos en un mexicano para probar las palomas de tequila. Y las chicas llegaron media horilla después. Luego fuimos a cenar unos espetos. Cuando estábamos terminando empezó a llover y salimos disparados al coche. Pero pasamos al lado del Tití , oímos jaleo, entramos a ver y nos quedamos. Y a