De programadores neófitos y boxeadores aún más

 Esta vez sí, a las 5 y poco fui a casa de Carlos para ver cómo mejorábamos su calculadora en Angular.



A las 9 nos despedimos y fui una hora a boxeo. Estuve con David de Gracia, un chaval de 2 metros y 100 kg que por suerte para mi no tiene una psicomotricidad muy fina, y luego nos quedamos 15 minutillos charlando con Ángel sobre su rotura de brazo.

Y al volver a casa un ratillo de vampiros y a dormir más o menos pronto.

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