De batidos ergogénicos y quedadas nocturnas
Mi hermano lleva unas semanas levantando hierros y, siguiendo en la linea de mi munificencia desmedida, le compré unas proteínas para sus batidos post-entreno y le dejé la caja para que la viera al volver de la fábrica.
Con tres sabores diferentes para variar cada día.
Por la tarde estuve terminando unas cosas en el PC mientras él entrenaba y luego probamos en el vainilla caribeña, una locura de sabor.
Por la noche quedé con María para dar una vuelta por Bolaños y a las 12 y poco ya estaba en la cama para madrugar mañana para correr.
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