De mañanas pluriactivas y restaurantes desabridos
Como empieza a ser costumbre los sábados, alterné la mañana entre jugar el Ragnarok y preparar la comida, algo parecido a un butter chicken que preparé con una pasta de garam masala que tenía abierta.
Junto con el sinfín de restaurantes que han ido abriendo en Ciudad Real está el Jaguar, un mexicano que aún no habíamos probado, y reservamos para cenar.
Inicialmente nos sentaron en una habitación reverberante junto a dos mesas con niños, pedimos amablemente que nos cambiaran a otra y no hubo problema
La comida era bastante mediocre, insulsa en el mejor de los casos e insípida en el peor, nada que ver con las taquerías que probamos en Madrid, además de poca cantidad y un precio totalmente injustificado. Total, que no vayáis.
Tras terminar fuimos a la heladería de la plaza, pero volvimos a encontrarla cerrada así que nos fuimos a casa.
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