De cafés revolucionarios y agentes inmobiliarios
Como buen día del trabajador, celebramos la revolución proletaria con los maconders con un cafecito en la plaza.
Un poco antes de las 7 María y yo fuimos con los nitros, que estaban en una mesa aledaña, a casa de Elena, pero de camino Carlos recordó que estaba buscando casa para mudarse y Elena que tenía un par en venta así que fuimos todos a verlas.
Aunque las visitas obviamente me daban un poco igual fue muy entretenido ir con el aparejador don Félix Moreno y escuchar atentamente los datos que iba deduciendo sobre la edificación de los inmuebles.
Luego la mayoría se fueron a cenar y me quedé con María, Félix y Carlos y fuimos a casa de este último a hablar de boxeo, aunque por indicaciones posteriores parece que fue un tema de conversación demasiado de nicho.
Cerca de las 11 nos despedimos de nuestro amigo padre y nos fuimos todos a nuestras casas.
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