De monedas azarosas y feligresas cansadas

El plan del viernes santo fue el mismo que ayer, quedar en el platea a la 1 y pasar la mañana de cañas.


Después de comer me acerqué a ver un rato a ver a los nitros y fuimos a las caras.

Unas fotos en la golden hour.


Y antes de irnos a casa vimos la procesión pasando por la plaza.

Aunque María estaba cansada y optó por verla sentada.


Y cansados por tanta fe nos fuimos a casa, y antes de acostarme terminé de leer Trenza.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina