De unboxings mágicos, barberos con prisa y algoritmos olvidados

Como este año nos hemos codeado con la realeza mágica y hemos sido extraordinariamente buenos nos han dejado muchos regalos, que pudimos abrir cuando mi hermano consideró que era hora levantarse, algo que no pasó hasta las 12.



Y la apertura de regalos.


Obviamente el regalo estrella fue la Switch, con la que estuvimos parte de la poca mañana que nos quedó tras la apertura de regalos y la posterior recogida de papeles de envolver.

Echamos un par de partidas al Unite pero somos igual de malos que en el móvil

Y un corte de pelo antes de que se fuera casi corriendo.


Por la tarde estuve reordenando la habitación para que me cupiesen los libros que me han regalado y me di cuenta de que la exhibición de cubos de rubik era un ejercicio de ego innecesario, pero al ir a recogerlos me lié recordando algoritmos del 3x3 y pasé un par de horas repasando el OLL y PLL.


Los más complejos ni los intento

Con esto se me fue la mayor parte de la tarde y por la noche empecé partida en el Pokémon Púrpura.


Al final me elegí al crocodilo de fuego

El último Pok al que jugué fue el Rojo Fuego en la SP y evidentemente ha habido una evolución enorme, aunque los gráficos me han decepcionado un poco; podría pasar por el Dragon Quest VIII de la PS2.


Lo dejé al llegar al primer Centro Pokémon y me fui a dormir.

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