De trueques dulces y partidos amargos

Belén, como agradecimiento por haberle dejado el violín unos meses, me recibió en meteo con un increíble donut de cerveza negra y oreo.

Por la tarde teníamos un (aún no sabía que fatídico) partido de fútbol y como se quedó a comer gente que no suele lo celebramos pidiendo pizzas a un sitio cercano.

La mia era de calabaza y masa con jengibre

A las 4 y media Raquel nos acercó en coche hasta el único campo de fútbol que habíamos encontrado libre y a los 15 minutos de estar jugando pisé mal y se me volvió a ir el mismo tobillo de siempre.

Pasé el resto del partido en el banquillo evaluando los daños y al terminar nos tomamos unas cerves en el bar del sitio.

Volí a casa en metro dándome cuenta de que era peor de lo que pensaba y pasé por una farmacia a por fármacos y consejos y a un chino a por un cubo.

Cubos con agua en extremos térmicos opuestos

Cada vez que juego al fútbol saco una papeleta para ver si me hago daño en el tobillo, y cada vez van quedando menos, así que a este blog pongo por testigo de que mis años de dar patadas a pelotas han llegado a su fin.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina