De invernaderos blancos, ciudades sin caminos y cartas infames
A las 11 salíamos de Almagro dirección Almerimar.
Tras una par de horas y algo de viaje paramos para comer en un restaurante de carretera unos platos de pasta, aunque la M de mararrones del de Pedro fue confundida por una M de pizza mediana y acabó con una.
Según avanzamos por el trazado almeriense empezamos a entender por qué la llaman el mar de plástico.
Llegamos al sitio y dejamos las cosas mientras hacíamos una lista de la compra.
Tras eso fuimos a mercadona a avituallarnos para pasar la semana entera.
Ya en casa ordenamos todo y nos quedamos en el salón pasando la tarde y jugando alguna partida que otra al Unite.
La primera oferta de ocio fue el Carcassone de Félix, que es un experto, y la experiencia fue mucho mejor que en nochevieja.
Hicimos una empapada para cenar y salimos a la terraza a cenar.
Y de postre un trozo de tarta, aunque estaba lleno y solo pude con media.
Después de recoger estuvimos jugando a las cartas contra la humanidad, que terminó ganando Félix de manera aplastante. Estábamos bastante cansados del día y a la 1 ya estábamos en la cama.
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