De máscaras de buceo, cocineros famosos y emperadores asesinados

Por la mañana vino mi tía de Valencia a comer. Hicimos ensalada de pasta con algo parecido a una salsa césar casera y se fue tras el postre.

A media tarde, y cuando se levantó de la siesta, quedé con María para ir a Ciu a comprar algunas cosas y a cenar en un restaurante posh, el Sally's Cook, una woman que participó en Master Chef.

La primera parada fue el Decathlon. Aunque estuvimos buscando antes de quedar, nos pasamos media hora hasta que decidimos qué máscaras de snorkel comprar (y nos probamos varias tallas hasta dar con las nuestras).

Luego fuimos al centro a por un bañador de cangrejos que había encargado en Zara pero aunque María había comprobado el horario, inexplicablemente lo encontramos cerrado.

Por último pasamos sin muchas esperanzas a un Décimas buscando fundas de móvil sumergibles y salimos con dos por 3€ (aunque aún tenemos que probar en el baño cómo de impermeables son).

Probando que quepan

Teníamos la reserva a las 9 y una obra de teatro en Almagro a las 10:45 así que llegamos a tiempo y no pasamos mucho tiempo mirando la carta.

El primer plato fue un cebiche de atún.

El segundo tallarines al wok.

Y por último un bao de calamares con alioli de pera (que a mi me sobró totalmente).

Como fuimos los primeros no tuvimos que esperar para que nos sirvieran y a las 10 y poco estábamos saliendo para Almagro.

Nos costó un poco encontrar sitio para aparcar pero eventualmente lo conseguimos y llegamos a la entrada del teatro a las 10:41, y mientras hacíamos cola nos encontramos con los principales detractores de Ignacio García, el director del Festival de Teatro.

Fuimos a ver Lo fingido verdadero.

Aunque las obras del CNTC nos suelen gustar íbamos con miedo depsués de lo del sábado pasado, pero sin contar con un par de ratitos un poco lentos las 2h y pico de la obra se nos hicieron basante entretenidas.

Los libreros habían vuelto a la verbena pero María y yo teníamos que ir a por una cosa a Bolaños. 

Volvimos al pueblo a las 3 y algo y aunque nos moríamos de ganas de verbenear ya era demasiado tarde y muy a nuestro pesar optamos por quedarnos en casa.

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