De odiseas ferroviarias y gamers frustrados

Curré sin mayores contratiempos por la mañana y despueś de comer me cociné algunas comidas para llevarme al curro, porque la cocina de casa es enorme y tengo de todo y la del piso es enana, solo cabe una sartén a la vez y no tiene potencia.

Después de pasarme por Macondo a despedirme del librero de guardia, en este caso el Rojo, volví a casa y compré rápidamente los billetes a Madrid antes de salir a Ciudad Real. 

El problema fue que los compré al revés; uno que salía de Madrid a Ciudad Real hoy y otro al revés dentro de dos semanas y no me enteré hasta que me los pidieron en el control. Como el de Madrid a Ciudad Real salía en 10 minutos no pude cambiarlo y perdí el dinero, pero pude cambiar el de Ciu-Madrid dentro de dos semanas a dentro de media hora y subí al andén.

El siguente problema fue que había dos trenes que iban a Madrid y que llegaban al mismo andén, y el mío era el segundo. Pero yo no lo sabía, y me monté en un tren para el que no tenía billete. Cuando me di cuenta, y sabiéndome polizón con miedo a una multa, no se lo dije a nadie. En su lugar me senté en una silla en el pasillo leyendo, esperando que mi polo, mi aspecto adulto y mi cara de concentración disuadieran a los revisores que pasaron de pedirme el billete.

Seguí leyendo en el metro a casa y cuando llegué a casa me encontré una notita de la María de la semana pasada ❤️.

Cené unas croquetas viendo a my G Ragusea y me eché un Pokemon Unite con el Jose. 

En principio me iba a acostar, pero llevo unas semanas perdiendo a muchas cosas. En general juego a cosas que se me dan bien, pero la sensación de jugar al fútbol contra gente órdenes de magnitud mejor que yo y al AoE contra tígueres que llevan 20 años y no tener chance no me gusta, así que me eché una escaramuza practicando una scout rush antes de acostarme.

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