De huertos con rumba

No había nadie en la empresa así que me quedé hasta las 2 y media, comí rápido y me fui a casa. 

Maté un poco el tiempo mientras sacaba fuerzas de flaqueza para ir a Mercadona, volví y terminé de recoger justo para irnos dando un paseo al huerto, donde nos esperaban todos los de Madrid para disfrutar de la amena música en vivo de las noches del huerto.


Lo primero que hicimos fue pedirnos unos bocadillos para cenar.

Y luego escuchamos a la cantautora Ginel y tras ello las rumbitas del Bengalí.



Los conciertos terminaron sobre las 12 y Adri, Bea y Cris se fueron y los 4 restantes nos quedamos media horilla más sentados en un banco, y al llegar a casa no perdimos mucho el tiempo antes de acostarnos.

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