De mesas al sol y cámaras de carrete

Aunque habíamos quedado a las 12 y media, a todos en general se nos lió un poco y a mi en particular un poco más. Llegué a la 1 y algo a la plaza, ya con mesa, y fue cuestión de unos minutos encontrar una silla vacía. Además, por fin volvimos a ver a Nat, que después de unos meses de baja laboral había vuelto al pueblo a pasar el día con nosotros.

Hacía mucho más sol del que habíamos adelantado y después de casi rozar el melanoma conseguimos movernos a una mesa con sombra.

A partir de aquí no hay nada muy descriptible así que voy a limitarme a poner algunas de las fotos que nos hicimos en orden cronológico.

Natalia probando la cámara vintage de Fer

Haciendo como que no vemos la cámara


Que no se relaje Álvaro

El sol siguió avanzando y al final perdimos la sombra

💖

Cuando el sol se fue y empezó a hacer frío fui a casa a por un jersey y una chaqueta y luego acerqué a María, evidentemente ebria, en su propio coche a la suya.

Volvimos cuando estaban terminando de pagar y fuimos a cenar una pizzita.

La pizza estaba regu pero la compañía la suplió

En mitad de la cena me encontré a Carrasco, viejo amigo de la carrera, saliendo del baño, y nos quedamos charlando unos minutos antes de que se fuera.

Sobre las 12 no quedaba mucho que hacer y después de haber aprovechado el día nos fuimos despidiendo poco a poco hasta llegar a Ramón y Cajal, nos despedimos de Nat y los libreros, acompañé a María a casa como un auténtico caballero y me volví a la mía a dormir.

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