De asociaciones de PYMES y fiestas de cumpleaños atrasadas

Por la mañana estuve cocinando varias movidas a la vez para poder despreocuparme el resto de la semana.

Puré de chirivías y champis, lasaña de carne, pasta y tarta de queso

Poco después de comer quedamos para ir al silo a acompañar a los libreros en el stand que habían puesto como parte del evento que había organizado la Asociación del pequeño comercio del pueblo.

Llegamos en el cambio de guardia de dos escritores/amigos que firmaban; se fue Maxálvaro y entró Fer.

Era la hora de merendar

El resto del edificio estaba lleno de pequeños puestos de tiendecitas locales; por ejemplo, uno de los fotógrafos del pueblo había montado una exposición de fotos antiguas de Almagro.

En persona se veía mejor pero ahora mismo es lo que hay

También estuvimos viendo la pasarela de moda de las tiendas de ropa, cómo montaban un ordenador los de la tienda de informática o cómo hacían bizcochos rellenos los de la pastelería.

Estuvimos hasta las 8, que terminó el turno de firmas, y María y yo nos fuimos a casa de Félix a celebrar su cumpleaños y el de Broceño (aunque habían sido hace unos meses). Además, vino Pabliño directo desde Galicia, dándonos una sorpresa a todos.

Gallego autografiado

La entrega de regalos; el nuevo Crash Bandicoot y el Elden Ring, respectivamente

Después de estar hablando con todo el mundo y cenar, estuvimos jugando a un juego de beber que se habían inventado entre los 2, y aunque la idea era quedarnos media hora se nos terminó liando hasta las 2 de la mañana.

Cuando nos despedimos fuimos a dar una vuelta rápida por Bolaños y cuando volvimos a casa, una hora y algo después, las luces de la de Félix (para los lectores foráneos, somos vecinos) seguían encendidas.

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