De calisténicos elásticos y festines pantagruélicos

En el piso nos levantamos sin prisa y fuimos al parque del huerto a hacer una hora y algo de ejercicio, aparte de las dominadas de siempre, con unas gomas que se trajo Edu de Almagro.

Llegamos tarde así que terminamos sobre las 2 y al llegar al piso me hice unos ravioli para comer.

Vimos un par de capítulos más de The Witcher y después estuvimos jugando al Pokémon Unite.

El plan de la noche era ir con Rodri y Carol a hacer una cena de navidad (después de que el resto de personas se fuera rajando) a un buffet libre en el Plenilunio, así que fuimos andando hasta la casa de su abuela en la parte peligrosa de Hortaleza y desde ahí nos llevó en su coche nuevo.

Cuando conseguimos aparcar pasamos al sitio y nos encontramos con algo más bonito y amplio de lo que esperábamos.

Como todos habíamos hecho I de Buffets dimos una vuelta de reconocimiento y con la imformación de todo lo que había empezamos a coger con cabeza lo que íbamos a querer probar.

Mi idea inicial era no comer en demasía pero todo estaba sorprendentemente bueno así que dimos un par de viajes más hasta que nos llenamos y fuimos a por los postres.

Al final acabamos todos hasta arriba de comida pero como también había barra libre de bebidas nos quedamos un rato más hablando (aunque Carol hizo de mártir y no bebió para poder conducir).

A las 12 cerraron así que volvimos al barrio, dejamos el coche en casa de Carol, fuimos andando a un bar que conocían en el Palacio de Hielo y estuvimos con una copichuela hasta la 1 y media.

Antes de irnos del sitio pasamos a los baños a los que se llegaba a través de un pasillo con unas luces leds tan fuertes que hacían daño a los ojos.

Cuando salimos ya era hora de dormir así que nos despedimos de Carol hasta el año que viene y los 3 fuimos dando un paseo hasta casa. Nos despedimos de Rodri (que vive a una calle y media) y cuando llegamos a casa nos acostamos inmediatamente.