De calendarios de adviento, fajitas exquisitas y alumnos infiltrados

Por la mañana nos despertamos sobr elas 8 y media y un par de horas después desayunamos abriendo el calendario de adviento.


Para comer hicimos las mejores fajitas de pollo que he probado en mi vida, con pimiento y pollo con el sazonador de Mercadona, queso fundido casi quemado y guacamole y mayonesa.


 María se fue a clase a las 4 y poco y yo me quedé terminando de trabajar y luego hice un poco de tiempo viendo un par de capis de The Office y dando un paseo hasta su facultad mientras daban las 7 y media, cuando aprovechando el cambio de asignatura me colé en la clase y vi cómo hacía su exposición de la educación en tiempos de pandemia.

Hacía un par de años que no me sentaba en un pupitre y son tal y como los recordaba; pequeños e incómodos. Salimos a las 9, y después de conocer a un paisano de los mancharealeños nos despedimos de él y fuimos hasta el Bubión, donde estaban más chavales de su máster, y estuvimos de cervezas hasta casi las 12, y después de un par de años fuera no recordaba lo barato que es Granada y lo grandes que son las tapas.

Los chavales del master querían irse de fiesta asi que nos despedimos de ellos y volvimos al piso dando un paseo.

Cuando llegamos nos metimos en la cama y no tardamos mucho en quedarno dormidos.

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