De lavadoras rotas y manjares indios

Cuando salí de currar no me apetecía volver al piso así que le pegué un toque a mi tía y me acerqué en metro hasta su taller en Sol para pasar la tarde/noche juntos. 

Al poco de llegar vino su amigo Jaime y estuvimos los 3 hablando de su duro trabajo y de su lavadora rota media horilla. Al final no dieron las 10 y fuimos a cenar a un indio que había cerca.


Parece la tía sin hijos pero rica que ha viajado por el mundo 

Pedimos butter chicken y dhansak chicken con arroz y nann y cenamos como sultanes, y luego me acompañó al metro de Sevilla. Me monté a las 11 y media y 45 minutos después llegué a casa, me duché y me acosté del tirón.







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