De milanesas y cartas antiguas

Aunque creo que aún me queda como 1/3 de la historia del Valhalla me apetece mucho más roamear por el mapa, levelear, hacer secundarias, matar minibosses... así que con eso estuve hasta las 12.

Para comer hice bizcocho de zanahoria y unos cachopos con papitas fritas.


Por la tarde estuve matando un poco el tiempo con el Valhalla y algún vídeo de YouTube hasta que me duché y me pasé por Macondo.

Me esperaba una librería medio vacía pero estaba hasta arriba, y como poco después se pasó Natalia a saludar y decir que se iba a Mercadona a por manjares para Arroz me fui con ella. A la vuelta fuimos a dejar la compra al piso, donde aproveché para alimentar al conejete.

Volvimos a Macondo para decidir qué hacíamos por la noche, y como la Boda Roja de la Jessi ha dejado bastantes positivos en Almagro no me apetecía especialmente ir a la plaza (y menos aún a 3 días de la vacuna) así que pedimos unas milanesas y quedamos en ir al solar a cenar.

Eran las 9 y media, y como quedaba un ratete para cerrar la librería me fui antes con Natalia para ir preparando las cosas y estar ready para cuando llegara el señor repartidor. Ya en el solar, caí en que le conté que tenía guardadas las cartitas de amor del joven Pedroma, y aprovechado que estaba en casa fuimos a la habitación a verlas.

Los libreros y Joseda llegaron casi a la vez que las milanesas, así que fuimos fuera a cenar mientras oíamos el teatro de al lado de casa.


La peñita se fue sobre las 12 y media, y por conciencia cívica y por afán lector me quedé en casa para acostarme una hora y algo después.

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