De librerías concurridas y cervezas en la plaza

Sobre las 7 salí de casa y, después de cruzarme con Diegazo e intentar convencerle (creo que sin mucho éxito) para unirse al partido del jueves, llegué a Macondo y me encontré con que Marta Barrios se me había adelantado.

Estuvimos poniéndonos al día durante una hora larga hasta que ella se fue más o menos a la misma vez que llegaba Natalia; fue una visita fugaz, pero suficiente para colarle algunos chistes de parejas.

A las 9 llegó Edu, chapamos la librería y nos fuimos al Marqués a tomar unas cerves. 


Poco después volvió Marta y a lo tonto nos dieron las 11. Al final nos acercó en coche a uno a nuestras respectivas casas, y después de cenar algo no tardé mucho en acostarme.

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