De entrenadores, barnices y quedadas en la plaza

En el descanso de las 11 del curro me acerqué al campo de fútbol a ver al Ramon de monitor en el campamento de fútbol.


Fueron unos fugaces 10 minutos pero me sirvió para ver el poder de control de masas que tiene un silbato de árbitro.

Terminé de currar a las 2 y poco, justo para comer, y después de intentar jugar al Rocket con mi hermano lo dejamos por lo mal que iba el wifi y fuimos a dar la segunda capa de barniz a los palés.


Estuvimos a las 9, y después de cenar salí a la plaza con los compadres hasta la 1.



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