De aprendices de libreros videovigilados y apredices de cobrador acompañados

Terminé de currar sobre las 5 y pensando que Macondo abría a las 5:30 me acerqué sobre menos 20, pero en horario de verano abren a las 6 así que me di una vuelta por el hood para hacer tiempo.

Era el turno del librero Briñas, así que estuve despachando libros con él. Luego se pasó Bea a saludar mientras Jaime, desde la cámara de vigilancia que les regalé para el amigo invisible, no nos quitaba ojo.


Joseda se pasó sobre las 7 para saludar fugazmente y siguió en su ronda de cobrador del frac de la hermandad de la Vera Cruz. Volvió con los bolsillos notablemente más abultados con la idea de despedirse, pero estaba un poco cansado de estar sentado en la librería así que me fui a acompañarle en su vuelta recaudadora.

De paso por el gym de Aurea nos cruzamos con Jaime y nos liamos para acompañarnos mientras Joseda cobraba el último recibo.


Tras ello nos despedimos todos en un fraternal abrazo y nos fuimos a nuestras respectivas casas.

Hicimos empanadillas y las cenamos mientras veníamos Knives Out. Dos horas muy entretenidas después terminé de preparar la mochila para mañana, me puse la alarma a las 7:00 y me fui a dormir.

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