De cocinillas y quedadas en casa de los primos

La mañana de curro la he pasado explicándole a un man que va a pasar a trabajar al proyecto de colas de mensajes en el que llevamos trabajando varios meses cómo lo hemos ido montando todo, y luego para alimentarnos al Diego y a mi he hecho un arroz con pollo que flipas. De nuevo, está feo que lo diga yo pero este don para la cocina no puede quedar oculto.




Por la tarde el Diego se ha alquilado una tabla y se ha tirado al mar un par de horas. Yo me bajé un poco después con el Antonio y estuvimos hablando en la playa. Poco después llegaron la prima, el primo y su novia y quedamos en ir por la noche a su casa a cenar.

Fast forward a la noche, efectivamente quedamos en su casa. El Antonio se trajo la flauta-piano que pilló por Amazon y el Diego hizo de músico de cámara para nosotros, y luego estuvimos hablando de teleobjetivos y kitesurf. Para cenar Rafa, Sara y yo pedimos unas hamburguesas Tex mex del Marruzella y el resto sushi en el Sushi Panda.

Cuando volvimos al piso estuve iniciando al Rafa en las innumerables virtudes del Rocket League y jugamos un par de partidos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina