De chefs boxeadores y halterofilicos playeros

De nuevo, volvimos a quedarnos dormidos hasta las 11. Rafa tuvo que irse al Carranza a cubrir el partido de Cádiz y poco después vino Antonio a mirar tablas de surf de segunda mano.

Para comer el Diego se hizo una paella de locos y mientras tanto, como estuvo yendo a boxeo un par de años, me estuvo aprendiendo los conceptos básicos.



Poco después terminó de hacerse esta maravilla culinaria y dimos cuenta de ella antes de que se enfriara. 


Después de comer Tony se fue pa casa y nosotros dos nos pusimos dos o tres de capítulos más de Ataque a los Titanes hasta las 5 menos algo, que quedamos con Jose en su casa para ir a tomar una copichuela al Ykebana.


Después de una hora hablando de los debates morales que supone trabajar haciendo armas tuvieron que cerrar el bar y nos fuimos al banquito de enfrente de la foto, al lado de la playa, a seguir hablando hasta que aparecieron de casualidad Antonio y Sara, y nos fuimos todos a la orilla a seguir hablando y a hacer levantamiento de peso muerto de Diego hasta que empezó a hacer frío, que tomamos rumbo a casa.


Después de ducharnos Jose volvió a venir a casa y pedimos unas hamburguesas de Retinto mientras hablábamos de males de amores, de la deep weep y de inversiones en criptomonedas. Casi a las 10 y media salió corriendo para casa y nos quedamos viendo capis de AoT hasta la 1.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina