De metros matutinos y lluvias fresquitas

Hace años que no vivo en Madrid pero la experiencia de coger el metro por la mañana sigue siendo igual de poco recomendable.


Pude salir pronto de la ofi y, con el calor animándome a no estar mucho tiempo dando vueltas, volví a casa de mi tío y pasamos la tarde charlando en el salón.

Cenamos los restos del chino y por la noche chispeó un poco, refrescando el aire y haciendo la experiencia de dormir en Madrid un poco más llevadera.

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