De ingenieros químicos y cumpleaños dobles
Habíamos descubierto que en el Búho y la Buha sirven desayunos muy rentables y fuimos a probarlos.
Volvimos a casa sobre la 1 y estuve jugando a ser químico con el agua de la piscina.
Y a las 6 fuimos al campo de Jaime a celebrar su cumple y el de Joseda.
Estábamos en mitad de una ola de calor así que previsoramente nos llevamos unas pistolas de agua para luchar contra el inclemente sol manchego.
Y, tras refrescarnos un rato, pasamos el resto de la tarde charlando.
Hasta que se hizo de noche y los chefs nos prepararon unas hamburguesas a la brasa.
Y paralelamente se desarrolló el infame juego de la pinza.
Y cuando terminamos les dimos los regalos y disfrutamos de unas tartas que Laura había traído de Alicante.
La noche se alargó bastante y aproveché una distracción para descansar un poco los párpados.
Y a la 1 y pico decidimos irnos y, como no podía ser de otro modo en el cumpleaños de unos hombres deconstruidos, las mujeres se pusieron a fregar.
Y volviendo a Almagro en coche estuvimos recordando cómo hace 15 años nos hacíamos ese mismo camino andando, con menos sueño y más ebriedad.
Comentarios
Publicar un comentario