De playas mañaneras, buses vespertinos y ríos nocturnos
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El tercer día en Egipto fue bastante de chill; mañana de playeo y piscineo y
por la tarde fuimos a la estación de bus de Hurghada para comprar los billetes.
Luego nos comimos casi 5h de bus hasta Luxor atravesando un desierto yermo y al llegar nos subimos a un taxi random y tuvimos que ir enseñándole el Google Maps al conductor para poder llegar a salvo hasta nuestro hotel.
Y algunas fotos del día.
El mar rojo
Un puñao de billetes casi inservibles por la inflación egipcia
Esperando en la estación de bus de Hurghada
Un man con turbante 👳🏻
Llegando a Lúxor con el valle de los reyes al fondo, una locura
Aunque sigo regular, la idea de salir a correr un rato con Alberto era demasiado atractiva y quedamos a las 5 para recorrer la orografía calatrava. No contaba con un sol tan fuerte y tuve que elegir entre quemarme la cabeza o la espalda Con los pulmones anegados de mocos me ahogaba constantemente e hicimos un tiempo peor que los días que empezamos a salir, aunque por lo menos las deportivas eran cómodas. Nos despedimos en su casa y de camino a la mía me encontré con un librero encarcelado. ️La fina línea entre el opositor y el preso 👮 A las 8 fui a ensayar con los mayos y tras el cambio de hora del finde no hay color entre ir por la calle así o siendo noche cerrada. Al ensayo faltaron las guitarras más veteranas así que el par de novatos tuvimos que esforzarnos más para no fallar sin nadie a quien seguir, lo que lo hizo bastante más divertido. A las 10 volvimos a casa, cena y algidol y a dormir.
Estoy pasando las mañanas mitad investigando con Belén errores crípticos, mitad web dev así que no están mal del todo. Ángel e Inma se casaron el fínde así que en boxeo estamos sin senseo. Juanillo ha tomado voluntariamente el relevo y para sorpresa de todos fue un digno sucesor del Ángel. Y, como siempre que voy a boxeo, a dormir prontito.
Escribir las entradas de los viajes siempre termina siendo un trabajo faraónico así que para este viaje también hemos hecho vlogs. El día fue una paliza; volamos de Málaga a Milán, luego al Cairo (donde nos sacamos el visado) y finalmente a Hurghada. El Cairo Un man montándonos una tercera cama
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