De peregrinajes chamánicos
Aunque me levanté relativamente bien, a media mañana me subió de nuevo la fiebre así que volví a visitar la gruta del gran brujo Asterio.
Por la tarde, viendo que no iba a ir a boxeo, me pasé por Macondo un rato y me encontré con los dos libreros.
Cerramos a las 8 y media, volví a casa y me acosté bastante pronto.
Comentarios
Publicar un comentario