De auriculares perdidos y repelentes bioquímicos
Como aún me quedan un par de viajes en el bono y preveo que a final de mes me va a apetecer aproximadamente 0, fui a Madrid por la mañana viendo Solo leveling, que me recomendó Elena ayer.
La movida es que el tren llegó un poco antes que otros días y si era rápido me daba tiempo a llegar al cercanías. Así que salí casi corriendo y, con las prisas, me dejé el estuche de carga de los auriculares, que sospecho se quedó en el asiento.
Y por supuesto no me di cuenta hasta que llegué a la oficina e intenté guardar los cascos en una caja que ya no tenía.
Estuve buscando en la página de objetos perdidos de Adif pensando que nadie querría una funda de auriculares vacía pero a fecha de escribir estas líneas aún no ha aparecido.
Al volver a Atocha por la tarde me pasé por la oficina de objetos perdidos a ver si había otro protocolo que no conocía, pero me dijeron que suerte dándole a F5 en la página esa.
Cuando llegué a Almagro me pasé por una farmacia buscando el repelente de mosquitos con la concentración más alta de DEET que tuvieran.
Y fui a ensayar con los mayos.
Al terminar conté que voy a estar un par de semanas sin poder ir a ensayar y me desearon buen viaje.
En casa volví a buscar en la página de objetos perdidos sin más suerte que por la mañana y a dormir prontito.
Comentarios
Publicar un comentario