De libreros jubilados

Por la tarde me pasé a ver a Jaime un rato y para mi sorpresa también estaba el antiguo librero Álvaro Briñas y estuvimos poniéndonos al día.

Cerramos Macondo a las 8 y fui a casa a cambiarme para ir a boxeo.

Y a las 10 y algo para casa a dormir prontito.

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