De ensayos caóticos

El precio a pagar por quedarme ligeramente dormido es quedarme hasta ligeramente más tarde trabajando,

Hoy Alberto no podía quedar a correr y estaba lloviendo así que me quedé en casa terminado La mala costumbre.

A las 8 fui a ensayar con los mayos esquivando charcos.

Por culpa de la caída de la semana pasada, de una cepa de gastroenteritis y de compromisos familiares varios solo estábamos dos guitarras novatas en el ensayo así que aprovechamos para probar a adaptar Te quiero porque te quiero a un estilo más folclórico con unos pequeños arreglos que había preparado Gabriel.


Los primeros intentos fueron cuestionables pero finalmente conseguimos que sonara bien.

Y en casa cené y estuve un rato con el PC antes de irme a dormir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De tardes tristes

De abrazos fotogénicos y cumpleaños dobles

De programmers y runners