De carreras campestres y cumpleaños pugilísticos

Por la mañana hicimos cordero al horno, y mi pinche se levantó a la hora justa para emplatar.

A las 5 quedé para correr con Alberto y Adri. Fuimos hasta los Navajos pero el camino estaba tan embarrado que estuvimos a punto de fenecer por caída varias veces.

Por supuesto terminamos de barro hasta el cuello.

Y finalmente hicimos aún más que la carrera en Ciu del finde pasado, sin contar todas las cuestas arriba.


Y en cuanto me duché fui a casa de Félix a celebrar su cumple.


Estuvimos cenando y charlando aunque, con la squad por ahí, era cuestión de tiempo terminar echando unos Unites.

Y entre haberme levantado pronto y la carrera de la tarde, a la 1 no podía con mis párpados.

Y al poco nos fuimos a dormir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De tardes tristes

De abrazos fotogénicos y cumpleaños dobles

De programmers y runners