De puertas rotas

Por la mañan se rompió uno de los cables de los contrapesos de la puerta del garaje y por la tarde estuvimos arreglándola con un herrero que vino a echarnos una mano.


El herrero soldando y Diego con el perro de fondo.

Luego le monté un brazo a madre para su monitor.

Y aunque tenía intención de acostarme pronto para ir mañana a Madrid se me lió leyendo, y después de acostarme me di cuenta de que aún no tenía el billete.

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