De chefs previsores y boxeadores nocturnos

María llegó a las 2 y cuarto y se sentó a mesa puesta para degustar una pasta con pesto y pistachos recién hecha.

Después de currar, echar un par de Unties y leer un rato, a las 7 y cuarto salí del piso para llegar a la clase de boxeo de las 7:45.



Salimos a las 9 y algo y al llegar al piso María me recibió con una increíble empanada de pollo y setas shitake.

Cenamos, recogimos y repetimos el plan de cada noche de gaming y reading hasta las 12 y poco, que nos fuimos a dormir.

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