De gamers hermanados y boxeadores siniestros

Después de comer, y antes de seguir currando por la tarde, echamos el par de Unites obligatorios.

Y a las 9 a boxeo. Aunque estos últimos días apenas íbamos gente, este vez vinieron varias personas de kickboxing. Vino una chica zurda que se hacía llamar Alba y nos pusieron juntos por zurdos, y aunque pegaba muy fuerte con una técnica perfecta, la diferencia de peso y tamaño era demasiada para que hubiera chance.

Volví a casa sin perder tiempo para ducharme y ver el 5º capítulo de Shogun antes de dormir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina