De cumpleaños santos y bucles temporales

Sobre la 1 quedé con los libreros para comer en la Posada, con la sorpresiva incorporación de Carol y Rodri a nuestras filas (para futuras lecturas, María se fue ayer por la mañana a Asturias a visitar a su amiga ovetense).

También era el cumpleaños de Laura y no dudamos en cantarle el cumpleaños feliz.


Pasamos la tarde juntos y fuimos al Castillo a cenar.

A las 11 consideraron que era hora de irse a casa, pero los Nitros estaban ahora en la Posada y me pasé a verlos.

Luego, como en un bucle infinito, fuimos al Castillo a por la última mientras terminábamos de cuadrar el examen de buceo para abril y mayo y nos fuimos a dormir a la 1 y algo.

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