De montadores de figuras frioleros

Pasé la mañana esforzándome al máximo por recuperar la salud y vitalidad que me caracterizan y por la tarde fui con María al campo para empezar a montar la figura de Wargreymon.


Al principio la chimenea se me resistió un poco pero a la segunda y soplando un poco conseguimos encenderla bien y pudimos empezar a montar sin que se nos criogenizasen los dedos.

Aún con el metalgarurumon a nuestras espaldas avanzamos lento y solo montamos la cabeza y el cuerpo antes de llamar para encargar algo para cenar e ir a recogerlo.

Y cuando terminamos volvimos a casa a dormir.

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