De púgiles lacerados

Por la tarde en boxeo cometí el claro error de parar un golpe con la cara, lo que me provocó la primera, y preveo que no última, marca de guerra.

El férreo entrenamiento marcial al que estoy sometiendo mi cuerpo me causó un derrame de proporciones masivas

Y a dormir pronto para recuperarme bien.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De tardes tristes

De abrazos fotogénicos y cumpleaños dobles

De programmers y runners