De boxeadores incólumes

Habiendo aprendido de mis errores, escapé indemne de la clase de boxeo. 

Por la noche me terminé el Mirage (y entendí el nombre) aunque se me hizo más tarde de lo que me habría gustado.








Comentarios

Entradas populares de este blog

De bereberes achacosos

De reyes de España y reinas del boxeo

De entrenadores sustitutos