De viajes malagueños, salones-oficina y panaderas vigoréxicas

El tren a Málaga partía a las 9:45 así que, tras levantarme a las 7 para currar un par de horas, madre tuvo a bien acercarme a Ciu.

Me pasé el par de horas del viaje viendo algunos vídeos del Vicesat que me había bajado.

Y pillé el bus hasta Pinosol 10.



Estuvimos telecurrando en el sofá como en los viejos tiempos en Cádiz.


Sobre las 3 bajamos a comprar y preparamos unas verduritas con arroz para comer.

Terminamos de recoger y seguimos telecurrando un rato.

A las 7 y media salimos al gym, y tras una hora de musculación fuimos a otra de pilates, aunque me dejé el móvil en la taquilla y no pude hacer ninguna foto. 

En mi cabeza era una cosa de viejas pero tras los primeros minutos vi que no podía estar más equivocado.

A las 10 y algo salimos duchados para volver al piso, y como el Diego está en ayuno intermitente no comimos nada más. 

En su lugar nos quedamos hablando con Olga, su nueva compañera de piso. Ucraniana, panadera y exhalterofílica, estuvimos charlando del gym mientras preparaba el sofá para acostarme con urgencia tras el par de horas de ejercicio sin esperanzas de levantarme mañana sin dolor multiarticular.

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