De enamoradas discretas
Tras una tarde de chill, por la noche quedamos María y yo para ir a cenar al Bolsillones (y probar la tapa especial del festival con aloja) y luego fuimos a ver La discreta enamorada.
Se nos hizo super amena y nos reímos un montón, aunque el man que tenía María al lado se quedó dormido y el sinvergüenza solo recuperó la conciencia al final para aplaudir.
La obra terminó a la 1 y media, y al salir esperamos unos segundos a que pasar alguien para hacernos una foto.
Y ya sí, nos fuimos corriendo a dormir.
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