De chefs paralelizadores y libreros gamers
Por mucho que lo haga, madrugar para correr no se está volviendo más fácil. Sí que me noto con ligeramente más energía a lo largo del día, aunque perfectamente puede ser psicosomático.
Y por la tarde me pasé por Macondo a ver al librero de guardia, que resultó ser Jaime, y con quien tuve el placer de echar un par de Unites.
Nos quedamos un ratillo hablando, en casa hice unas gyozas para cenar t salsa de soja con un chorrito de vinagre de manzana (que es el secreto de los restaurantes), perdí un par de Unites con mi hermano y a dormir prontito.
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