De partidas injustas y disfraces gigantes

Aunque la alarma sonó a las 7:30 se me fue media horilla en actividades matutinas varias, como estar sentado al borde de la cama reflexionando sobre la infinitud del universo o prepararme un café. 

No sé si es porque es muy temprano o por el calor pero me noto más cansado que otras veces, y tras la primera vuelta a la vía verde decido que una segunda no es tan necesaria y me pego un sprint hasta casa.

Después de comer mi hermano y yo echamos unos Unites y cada vez es una experiencia más miserable; nos emparejan con auténticos deficientes mentales que juegan sin entender qué está pasando en la partida y el final se decide por una tirada de dado para ver quién mata a Rayquaza.

Ganamos partidas que no merecemos y al revés

Por la tarde inauguraron el festival de teatro y aprovechamos la excusa para tomar unas cerves viéndolo.

Todos recordamos con nostalgia el año de los globos aerostáticos

Y sobre las 12 y algo nos fuimos a casa a dormir.

Cuando se hizo de noche pusieron unas luces muy azuladas iluminando la plaza.

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