De graduaciones lampiñas y bares abarrotados

Por la mañana tenía trauma y María me acompañó a Ciu.

Tras informarle de la evolución muñequil me recetó una operación diagnóstico-terapéutica para dentro de un mes y volvimos a Almagro

Como todos los viernes, quedamos para tomar unas cerves al cierre de Macondo (aunque ninguno de los libreros estaba) pero pasando por el teatro recordamos que era la graduación de bachiller y que Jaime había ido a verlos y, viendo que nadie nos impedía el paso, pasamos a verlo.

Por suerte llegamos cuando estaban acabando, y una vez hechos los saludos burocráticos a los profesores de la vieja guardia fuimos al Marqués a por esas cerves.

María se fue y nosotros nos acercamos a la Comedia a echar unos dardos, pero por suerte o por desgracia había concierto de copla y no pudimos jugar.


Y tras la primera ronda les dejé y me fui a casa también.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De hamburguesas para llevar

De programmers y runners

De tanatorios y purpurina